18 de nov. 2011




“No entiendo por qué, cuando pido langosta a la plancha en un restaurante, nunca me sirven un teléfono cocido; no entiendo por qué el champagne está siempre frío y, por otra parte, los teléfonos, que suelen estar tan terriblemente calientes y desagradablemente pegajosos, no se meten también en cubos de plata con hielo picado a su alrededor”


Salvador Dalí.